Encuentran gen de la fidelidad... en ratones
Pues Buscando algo Acerca del autismo me topé con esta nota, realmente ya tiene mucho tiempo, es del 2004, pero me pareció interesante. La idea de la fidelidad y la infidelidad me han tomado mucho tiempo de meditación y siempre me he preguntado: si se está con una pareja a la que se ama, con la que se está agusto llámese fisica, mental espiritualmente, por qué arriesgarlo todo por una Aventura? Realmente Vale la pena El riesgo?, Un momento de placer, apostando lo más por lo menos, es algo que nunca he podido entender, en fín esos traumas psicológicos son una cuestión más Personal jajajajaja aquí se Los dejo:
Los humildes ratoncitos de pradera podrían tener la clave de la fidelidad.
Un simple y prosaico gen puede tornar a un don juanesco ratón de campo en fiel y amoroso esposo.
Eso fue lo que descubrió un grupo de científicos de la Universidad de Emory, en Georgia, Estados Unidos.
Los investigadores usaron un virus para introducir un gen directamente en el cerebro de un promiscuo ratón de los pantanos.
El gen hizo el milagro y el travieso ratoncito se volvió tan fiel y amoroso como su primo, el ratón de las praderas.
En un artículo publicado en la revista Nature, los científicos a cargo del proyecto dicen que este experimento puede conducir a un mayor entendimiento de cómo los humanos controlan su conducta en sociedad.
Esta misma actividad hormonal también podría jugar un papel en desórdenes como el autismo, en el que quienes lo sufren carecen de las más simples habilidades para relacionarse.
Lotarios Vs. monógamos
Menos del 5% de los mamíferos son habitualmente monógamos. Los ratones de pradera (Microtus ochrogaster) están dentro de ese selecto grupo.
Después de encontrar pareja, los machos se "enamoran", se quedan con la misma, la guardan celosamente y le ayudan a cuidar las crías.
Sus primos cercanos, los ratones de pantano (Microtus pennsylvanicus), pertenecen al otro 95%: se relacionan con varias hembras y le prestan poca atención a sus retoños.
(La hormona) hace que los ratones piensen: cuando estoy con esta compañera me siento bien. Y de ahí en adelante desean pasar más tiempo con esa compañera en particular
Larry Young, Universidad de Emory
En estudios previos se había descubierto que una hormona llamada vasopresina -también conocida como hormona antidiurética- ayuda a fortalecer los lazos monogámicos entre los ratoncillos de pradera.
También se había descubierto que los ratones promiscuos tenían menos receptores de vasopresina.
Larry Young, coautor del artículo, le dijo a la BBC "lo que creemos que ocurre es que, cuando los ratones copulan, la vasopresina activa un centro de gratificación neuronal, lo que hace que los animales presten atención a con quién están copulando".
"De hecho, hace que los ratones piensen: cuando estoy con esta compañera me siento bien. Y de ahí en adelante desean pasar más tiempo con esa compañera en particular".
Autismo
Para quienes llegaron hasta esta parte del artículo, les podemos dar la mala noticia: los investigadores no saben si esta técnica puede funcionar en los humanos
¿Puede la hormona vasopresina influir en la fidelidad?
De hecho, no es esa la parte científica que interesa a los investigadores de la Universidad de Emory
"Estamos tratando de entender la parte del cerebro que controla la relaciones sociales. ¿Por qué interactuamos con otras personas? ¿Qué ocurre en enfermedades como el autismo?", explica el profesor Young.
"Quienes sufren de autismo no quieren interactuar con otros. Puede ser que la vasopresina juegue un papel en las relaciones sociales normales".
Sin embargo, Miranda Lim, otra de las investigadoras, dijo que especies de monos promiscuos y monógamos tienen diferentes patrones de recepción de vasopresinas que coinciden con las de los ratones.
Entonces es posible que los humanos polígamos y monógamos posean una química cerebral que también coincida.
Así que, no pierdan las esperanzas, sufridas esposas y novias. Es posible que algún día puedan administrarle un gen -vía virus, o de preferencia, vía una dolorosa inyección- a esos traviesos compañeros sentimentales.